lunes, 9 de mayo de 2011

HAITÍ, EL PAÍS DE LA RESIGNACIÓN.


El pasado 19 de marzo, en su programa "Es Posible", Canal Sur 2 emitió un estupendo reportaje sobre la situación de Haití un año después del terremoto, cuyo título es el mismo que el del post que publico. Si queréis más información sobre el mismo, la tenéis disponible aquí.

Me pareció una posibilidad perfecta para mostrar a mi alumnado de Educación para la Ciudadanía y Derechos Humanos de 3º de la ESO la realidad en la que viven algunos países que no tienen la "suerte" de pertenecer a nuestro "Primer Mundo".

Gracias a la amabilidad y gentileza del equipo que realiza este programa,que se emite los sábados en Canal Sur 2 a partir de las 10.30 h, y que nos hizo llegar una copia del mismo, pudimos verlo en clase, y la experiencia ha sido muy positiva, mis alumnos/as, no sólo han conocido esta realidad, sino que además han reflexionado sobre ella. En cada uno de los cursos se han elegido (por votación entre todos los alumnos y la profe que escribe) dos o tres redacciones con sus opiniones, valoraciones y reflexiones personales, las cuales podéis leer a continuación.

Espero que os gusten.

El alumnado que las escribe pertenece al IES Antonio de Mendoza, en Alcalá la Real (Jaén).



TAMARA LUCENA. 3º B.

El documental me ha gustado mucho y me ha parecido bastante interesante, porque creo que hace falta concienciar a la gente de lo que pasa en otros países y de lo que sufren sus habitantes, mientras que aquí nos preocupamos por tonterías como nuestro físico, problemas sociales, etc., allí mueren cada día muchísimas personas a causa de enfermedades, infecciones, etc. y esto sí que son verdaderos problemas y no los que se plantean muchas personas que sacan un problema de donde no lo hay.

Del documental me gustaría resaltar varios puntos, el primero es: ¿Por qué ya no sale en los medios de comunicación este país? ¿Es que acaso ya se ha arreglado todo lo destruido con el terremoto? ¿Ya no hay más muertes? ¿Ya lo han olvidado pensando que todo está solucionado un año después del terremoto? Por supuesto que no, lo que pasa es que ya no es noticia, se ha olvidado, pero todos los daños causados siguen allí.

En segundo lugar, me ha gustado muchísimo la labor que hacen algunas personas, como los Payasos Sin Fronteras, Médicos Sin Fronteras, etc. Es de admirar el trabajo que hacen porque debe ser muy duro vivir allí, en esas condiciones tan malas, sin embargo, permanecen allí, ayudan a la gente a curarse de las enfermedades, las atienden, les hacen reír, que es muy importante, y ayudan en todo lo que pueden. Si el mundo estuviera lleno de personas como estas viviríamos mucho mejor, porque hace falta mucha fuerza de voluntad y un buen corazón para hacer eso.

Por último, quiero resaltar que allí no tienen agua en buenas condiciones, por lo tanto no pueden beberla, ni asearse diariamente, las comidas se hacen en muy malas condiciones, y la mayoría de los niños sólo come una vez al día en la escuela, y eso para ellos ya es más que suficiente. Como decía el documental, allí no se juega con la comida, no se quejan como aquí sobre si nuestras madres preparan algo que no nos gusta, allí da igual lo que comas y como lo comas. Tampoco tienen casa donde vivir, la gran mayoría vive como en una especie de tienda de campaña o chabola, con apenas dos camas, sin frigorífico, televisor, etc. Y una cosa de la que me he dado cuenta es que cuando vemos por televisión, o gente que conocemos, que vive en casas muy lujosas, con piscina, jardín, gimnasio, como la de los famosos, y pensamos “¡vaya suerte!”, “¡Ojalá viviera yo allí!”, “ tiene que ser genial, ¡qué envidia!, mi casa no es nada comparada con esa mansión”, y por qué en vez de pensar eso no pensamos: la verdad es que soy un afortunado por poder tener casa, comida, agua, ropa y dinero para lo principal que necesitamos, ¡qué pena lo del Tercer Mundo!, lo que darían por vivir como yo. Por eso no nos podemos quejar de lo que tenemos y debemos pensar en lo que lo demás no tienen y necesitan, porque vivimos en un mundo muy injusto y materialista.

Lo cierto es que a mí me encantaría poder ayudar y hacer de verdad algo que merezca la pena por esos países que tanto nos necesitan, y por ver sonreír a tanta gente que lo está pasando mal. Por eso, una de mis ilusiones, y la de mucha gente también, sería ver como salen adelante y de la miseria tantos países como Haití, que llevan décadas sumidos en la más absoluta pobreza, pero cuando eso se consiga, a lo mejor ya es demasiado tarde.

NAZARET RODA BARRIOS 3º B.

Hoy hemos visto un vídeo sobre todo lo que está ocurriendo en Haití. Todas esas desgracias que poco a poco y día a día nos vamos olvidando de ellas pero siguen ahí. Me ha gustado mucho esta clase porque una vez más se demuestra que no somos conscientes de lo que tenemos, que nos tenemos que sentir afortunados y no nos tenemos que quejar tanto. Tenemos que saber desde ya que hay ayuda en todo lo que podamos.

En primer lugar quiero decir que es increíble lo poco que tienen y con lo poco que se conforman. Nuestro día a día, algo que vemos tan normal, como poder vestirnos, levantarnos de una cama y no del suelo, tener una vivienda digna, o algo tan elemental como una escuela que para nada valoramos, son muchas cosas que ellos no tienen.
Ni siquiera saben si hoy será su último día con vida o si mañana morirán de una enfermedad. Mientras ellos luchan por sobrevivir cada día, nosotros dejamos platos y platos de comida sin más, como si con nosotros no fuera, y lo que es más triste todavía es que no hagamos nada por ayudarlos. Estamos cansados de escuchar en la tele millones de desgracias que ocurren en Haití y en muchos más países, y a nosotros muchas veces puede que nos sorprenda y nos dé pena, pero otras muchas, ni siquiera nos paramos un minuto a pensar, ni siquiera hacemos nada por ayudarles, son tantas cosas las que podemos hacer y las pocas que hacemos…, puede que nuestra ayuda no sea suficiente para ayudar a todos, puede que pensemos que con la ayuda de una sola persona no se puede hacer nada, también puede que estemos equivocados, porque aunque pensemos que estamos ayudando sólo a una persona, ya es más que suficiente. Hay miles de maneras de contribuir en esta ayuda: uniéndote a asociaciones, haciendo campañas, etc., tan sólo hay que querer. Siéntete solidario y ayuda a los que más lo necesitan, seguro que cuando menos te lo esperes, tú también necesitarás ayuda para seguir adelante y te acordarás de todo esto.

Vamos a pararnos unos minutos a pensar y reflexionemos sobre algunas diferencias: ellos tienen miedo a vivir y nosotros, miedo a no poder vivir; ellos son felices con menos cosas y nosotros no somos felices con más cosas; ellos valoran todo, nosotros no valoramos nada; ellos comen una vez si pueden hacerlo y en poca cantidad, mientras que nosotros comemos las veces que queramos en la cantidad que nos apetezca, e incluso podemos elegir; ellos pasan frío, hambre, muchos no tienen casas, ni escuelas, etc., y nosotros tenemos todo lo que queremos y más; en definitiva, ellos sin tener de nada intentan ayudar a todos los que pueden y nosotros tenemos de todo y no ayudamos a nadie. Esto demuestra que la realidad es que somos egoístas y sólo pensamos en nosotros, y no nos damos cuenta de que hoy les ha tocado a ellos, pero ¿qué pasaría si mañana nos toca a nosotros? Vamos a unirnos y pensemos que todos somos uno y que cada día que muere una persona se está destruyendo el mundo. Ya no sólo los hombres y las mujeres de Haití, sino cada niño pequeño que nace y se encuentra con una vida tan dura y difícil como ésta, en la que desde pequeño tienes que trabajar si quieres algo, en la que no ha podido conocer a toda su familia, etc.

Hace un tiempo, en los medios de comunicación no paraban de salir noticias así, pero a los pocos días ya nadie sabe nada y en realidad están igual o peor. Con esto quiero decir que no le damos demasiada importancia a algo tan serio como esto.

Me han emocionado mucho las escenas en las que aparecían los payasos, porque he visto que gente que tiene todos estos problemas pueden ponerle una sonrisa a la vida que le ha tocado y por un momento olvidarse de todo lo demás. También me ha emocionado mucho cuando les daban un plato de comida a los niños y se la comían con tantas ganas. Yo sabía que pasaban hambre pero me ha impactado mucho ver esa imagen. Y sobre todo me han sorprendido las condiciones pésimas que tienen para curarse en el hospital. Pero me ha gustado que vaya gente voluntaria de aquí para enseñarles y explicarles a las enfermeras de allí y curar a los más graves. Sorprende mucho ver esta dura realidad.

ADRIÁN VIANA MÚÑOZ 3º A.

Yo creo que en estos países se está pasando mucha hambre y que después de tanto tiempo de haber pasado esa catástrofe todavía están así porque no reciben ninguna ayuda.

Ellos tienen unas escuelas en muy malas condiciones y todos los niños quieren estudiar, mientras que en los países más desarrollados tenemos escuelas muy buenas, y muy pocos queremos estudiar.

Por mala suerte ellos no tienen hospitales y ahora se les añade un problema, una epidemia de cólera y está muriendo mucha población al no tener medios ni médicos.

Yo creo que los países más desarrollados deberían mandar más ayuda para acabar con esa miseria.

ALBA GALLARDO 3º A.

Un día allí y no sé que sería de mí, cuando estamos acostumbrados a comer cada vez que queremos, a ellos con una ocasión de vez en cuando les basta, ellos no necesitan ningún ordenador ni nada, con cualquier cosa se entretienen. Nosotros no tendríamos que ser como somos, lo tenemos todo y no valoramos nada, aquí tenemos todas las facilidades para estudiar y no las aprovechamos, y ellos lo darían todo por estar en nuestra situación. No sabría como vivir esas situaciones en las que ni la enseñanza es digna.

Ha pasado un año desde el terremoto y siguen igual, utilizando los pocos restos que le quedan, no tienen ni agua para vivir, ya que suele ser agua no potable y cada vez son más las epidemias y enfermedades, y lo peor es que aquí todo se hubiera curado gracias a los adelantos, pero allí sin nada es muy difícil y cada vez hay más muertos, tanto niños como adultos. Después de todo, esto nos hace reflexionar que lo poco que tienen lo comparten aunque se queden sin nada, mientras que nosotros no compartimos nada y lo tenemos todo. Sólo un poco nuestro es mucho suyo.

MERCEDES FURNIELES GONZÁLEZ 3º C.

El documental me ha motivado porque al ver que con una simple sonrisa se le quitaban las penas que tan duramente estaban y están pasando, ver que van a la escuela en tan malas circunstancias caminando kilómetros y kilómetros para asistir a una escuela que no es obligatoria, van para aprender, van descalzos porque no tienen dinero con el que comprarse unos zapatos, pero aún así no les importa, ver esas ganas con las que van te hace sentir que no estamos aprovechando la oportunidad que nos dan de asistir al instituto.

Me ha gustado la parte en que los payasos españoles van a Haití a hacer sonreír a esos niños, porque pese a sus situaciones los payasos querían ver a unos niños felices, dignos de la edad que tienen. Es muy bonita la forma en la que tratan los payasos a los niños.

Otra cosa que he visto en el documental es el tema de la comida, ver que hay personas que pasan un día sin comer cuando nosotros comemos lo que queremos, ver que los niños que asisten a la escuela pueden comer, pero en muchos casos sólo una vez al día, es su única comida y gracias al colegio.

Imaginar estar en sus circunstancias te hace sentir mal pero aún debe ser peor vivirlas. Hay mucha pobreza en Haití, con un Euro al día pueden vivir esas personas y nosotros con esa cantidad se puede decir que no hacemos nada.

Los niños son felices, como he dicho antes, viendo a unos payasos voluntarios pero nosotros no nos conformamos con eso, necesitamos mucho más para estar conformes y contentos.


DESIRÉE MELERO PADILLA 3º C.

A mí personalmente me ha gustado mucho el documental porque gracias a él hemos podido ver y comparar la vida en Haití y en España. Me ha impresionado mucho que los niños recogieran todo tipo de utensilios de la basura para poder vender y sobrevivir. Es increíble como se conforman con lo más mínimo, las condiciones en las que viven, etc., y luego se supone que es España la que está en “crisis”, y entonces en qué se supone que están los habitantes de Haití. Ellos son felices con lo más mínimo, sin dinero, y nosotros, los españoles y los de los países ricos cada día somos más ambiciosos, cada día queremos más cosas, y la mayoría no nos son realmente necesarias. Ellos son felices con la escuela y la comida, algo que la mayoría de los españoles tenemos y a veces despreciamos, y no le damos ni la mitad de la importancia que tiene, yo creo que no se le da importancia a la educación porque es gratuita y como no nos cuesta dinero pues pasamos de ella. Cada día somos más materialistas.

La parte que más me ha gustado ha sido cuando los niños se reían gracias a los payasos, personas solidarias que ayudan sin recibir nada a cambio, y que hubiera también personal sanitario dispuesto a ayudar cuando los habitantes sufren cólera por no tener siquiera agua potable para beber.

Como conclusión, no deberíamos despreciar las cosas que tenemos y dejar de ser ambiciosos ya que hay gente que no tiene ni siquiera lo más básico.

DANIEL JIMÉNEZ PÉREZ 3º C.

A veces cuesta creer la realidad pero tenemos que concienciarnos de lo que pasa en todos los rincones del mundo. Me centro en especial en los habitantes de Haití que son muy pobres y más aún después del gran terremoto ocurrido allí hace algo más de un año.

El triste pero sincero documental que estuvimos viendo el pasado jueves nos ayuda a apreciar las cosas que tenemos y a confirmar que carecemos de pocas. También nos ayuda a entender que nuestros problemas, a los que vemos sin solución y nos agobiamos mucho por ellos son una auténtica “chorrada” en comparación con los problemas que sufren día a día personas inocentes.

Me ha impresionado mucho que los niños, cuando comían, siendo posiblemente su único plato de comida al día, lo hacían en silencio y sin protestar y muy contentos de poder llevarse algo a la boca. Sin embargo, aquí y en otros muchos países desarrollados, la gente juega con la comida, o también, muchas veces nos enfadamos porque vamos a comer un plato que no nos gusta, habiendo gente que daría todo por él.

Me ha gustado bastante que haya gente tan amable como para irse voluntariamente sin pedir nada a cambio a ayudar a este tipo de gente que viven en estas circunstancias tan pésimas para por lo menos, intentar darles más días de vida.

Pienso que desde aquí podríamos ayudar a los habitantes de Haití y de aquellos lugares donde la pobreza es abundante, participando en organizaciones. Hay muchas y muy seguras como por ejemplo UNICEF, CÁRITAS, MÉDICOS SIN FRONTERAS Y MANOS UNIDAS (en la que participo y soy voluntario).

Todas estas personas no sólo necesitan comida, sino también vacunas, ropa, hospitales, colegios, etc.

Además de ayudar a través de las organizaciones, también al rezar todas las noches a nuestro Padre, no sólo le pedimos por nosotros, sino también por ellos.

GRACIAS a los siete, ha sido un placer leer vuestras reflexiones y poderlas compartir en "voz alta" a través de este blog. Se admiten (y se desean) comentarios en el blog.

Nota: En una próxima entrada aparecerán publicadas las redacciones seleccionadas del alumnado de mi tutoría sobre el mismo programa.

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